HOLA 2018 - REFLEXIÓN
Soy de esas personas que les cuesta, aunque no quieran, desengancharse de cosas que no quiere dejar. No se si es por capricho o añoranza, o tal vez porque quiera que algunas cosas sigan como siempre; pero me cuesta. "Dejar algo atrás" suena como algo triste y malo. Cuando lo hacemos no podemos evitar sentirnos un poco mal (o por lo menos yo); y tampoco podemos dejar de sentir las cosas que ESO que dejamos nos hacia sentir. Sea enojo, frustración, celos, etc. Dejar, desengancharse, desprenderse, romper una "atadura" es complicado. Es un trabajo interior que cada uno tenemos que hacer, y que depende de nuestra manera de ser, nos va a costar más o menos. Vivir una de estas situaciones me hizo reflexionar y descubrir una nueva manera de ver las cosas. A veces cuando nos aferramos mucho a algo a lo que le dedicamos tiempo, luchamos para cuidarlo y con lo que tenemos mucha historia, de alguna manera nos quedamos estacados. Querer que eso siga tal y como esta